miércoles, 6 de enero de 2016

Otro año, otro día. Aquí y ahora.

Innegable es que la vida es cambio. 


Se aconseja en numerosas tradiciones "Fluir con la vida", es decir, adaptarse al cambio. 

Y en ello no es más importante nuestra capacidad a la hora de usar los recursos mentales, como nuestra capacidad de reconocer los propios sentimientos y los de los demás, de motivarnos, de manejar adecuadamente las relaciones,  y vivir una vida plena de sentido.

La adaptación al cambio es un proceso, Debemos aceptar la realidad. Conociendo esta, ¿que vamos a hacer con las emociones que nos produce? 

Como ha habido un cambio, ahora debemos adaptarnos a ese medio nuevo, aprender nuevas destrezas y entender quien soy y como soy yo ahora . 

Y por último, trasladar al presente, a esta nueva situación, esa energía que arrastramos de la situación pasada. Aplicar esa energía a la situación actual, al aquí y el ahora.

Buén cambio para todos, de regalito de reyes, una historía:

Había una vez un sabio que cuando volvió de meditar en el bosque vio que su cabaña ardía en fuego. Los campesinos del lugar habían salvado algunas de sus pertenencias y las habían puesto a un lado. 

El sabio tomó lo salvado y lo arrojó al fuego.

Los campesinos se sorprendieron más aún cuando comenzó a llover y el sabio fue a buscar agua del pozo y comenzó a arrojarla para apagar el fuego. 

Dijeron: "Sabio, primero tiras todo al fuego, luego lo apagas con el agua, ¡no te comprendemos!".

Y el sabio dijo: "Cuando llega el fuego lo honro y colaboro con él; cuando llega el agua la honro y colaboro con ella".